Jorge Sanz es un fotógrafo profundamente digital. Quiero decir que tanto su técnica como su estética es cien por cien digital, como si no hubiera tenido un pasado fotoquímico o, mejor dicho, como si hubiera conseguido superar su pasado fotoquímico.

Esto es una mera especulación mía, porque al empezar a escribir estas líneas lo único que sé de él es lo que me cuentan sus fotografías: me cuentan que le gusta mucho la fotografía deportiva; me cuentan que es valenciano; . . . y me cuentan muchas cosas más, como, insisto, que se trata de un fotógrafo profundamente digital.

Desde luego a Jorge le apasiona la fotografía. Hasta el punto, por ejemplo, de que no puede resistir la tentación de probar un objetivo ojo de pez y, como no tiene ninguno a mano, lo alquila y luego lo cuenta: "Lo alquilé para probarlo y es una maravilla, muy nítido, muy luminoso, deforma lo justo, . . . Voy detrás de uno . . . pero no lo suelta nadie, jajaja, me lo acabaré comprando nuevo". Eso sólo lo puede decir alguien que esté loco por la fotografía.

Además del baloncesto, a Jorge le gusta mucho todo cacharro que esté movido por un motor, yo creo que especialmente si se trata de un cacharro con sólo dos ruedas, por lo tanto Sanz, como todo motero que se precie, ha tenido varios golpes e incluso algunas fracturas, por eso ahora, en lugar de pilotar, lo que hace es tomar fotos de motos, coches, aviones . . . incluso, si se tercia, puede tomar fotos desde encima de una moto. El caso es juntar ambas cosas.

En muchas de sus fotografías Jorge aplica un exquisito procesado HRD (alto rango dinámico) y eso forma parte de su estilo de trabajo, pero no sólo es una cuestión técnica, también la estética de sus imágenes, en muchos casos auténticas escenas de video juegos, me sugiere que su estilo es, lo diré una vez más, "profundamente digital".

A veces también podría aplicársele el calificativo de neo-pictorialista, porque sus procesados producen resultados que podrían encajar perfectamente con los trabajos que se hacían en la época clásica del pictorialismo español, eso sí, con un cierto "toque digital".

En todo caso, da igual si hablamos de pictorialismo o de fotografía digital, las composiciones que surgen de la cámara y del ordenador de Jorge Sanz tienen una característica común de más valor: ¡son buenas fotografías! Veamos diez de ellas:

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