Artículo fotográfico
Fecha de publicación : 1 de Noviembre de 2011

Gaviotas del Mar del Norte


Durante el crucero que hicimos el pasado mes de agosto por los fiordos noruegos, cuando zarpábamos de cualquier puerto, las gaviotas perseguían a nuestro barco durante un buen rato. Siempre ha sido así, porque la gaviota es un animal inteligente y, como es normal, lo que quiere es conseguir comida con el mínimo esfuerzo. Pero con la llegada de cruceros con miles de personas que, de forma bienintencionada, se divierten alimentándolas, la afluencia de gaviotas alrededor de los grandes barcos se ha incrementado notablemente.

Tengo serias dudas, desde un punto de vista medioambientalista, de que esta relación tan estrecha puede considerarse positiva. En realidad no tengo ninguna duda: ¡No es positiva, es negativa! Al final terminaremos haciendo con las gaviotas lo mismo que hemos hecho con las palomas en las ciudades. Terminaremos convirtiendo a las gaviotas en un animal diferente: ¡ratas! Claro que ni gaviotas, ni palomas, ni siquiera las ratas, tienen culpa alguna de que su extraña relación con los seres humanos.

Una vez hecha está matización propia de un ecologista purista diré que yo, como casi todos, disfruté de la cercanía de las gaviotas. Dependiendo de la condición del viento, las gaviotas se limitaban a planear o, por el contrario, aleteaban frenéticamente, intentando mantenerse durante el mayor tiempo posible a la menor distancia posible de cualquier hijo de vecino que tuviera un pedazo de pan en la mano. Y, cuando por fin el pedacito de pan volaba, peleaban entre ellas, de forma muy agresiva, por hacerse con la comida.

Y todo eso pasaba a pocos decímetros del barco. Hasta tal punto que se me salían del encuadre, ¡incluso con un objetivo angular! Reconozco que llegue a pensar: “¡A ver si alguna de estas va a creer que mi 5D2 es comestible y vamos a terminar teniendo un disgustillo!”

Para hacer las fotografías, al principio, utilizaba siempre velocidades muy altas (como 1/8000”), pero luego me di cuenta de que para congelar el movimiento de las gaviotas no es necesario utilizar velocidades tan elevadas (vale con 1/500”).

Todas las fotos las hice con un objetivo 24/70, así que no fue necesario ningún zoom descomunal (eran las gaviotas las que se aceraban a mi).

En cuanto a la profundidad de campo, utilice f/4 cuando quería fondos desenfocados y f/10 cuando necesitaba una zona enfocada un poco más profunda.


(c) Mamuga

Foto nº 1

Gaviota aproximándose al barco en el Puerto de Stavanger.

Velocidad: 1/4000" - Apertura: f/4 - Distancia focal: 70 mm.


(c) Mamuga

Foto nº 2

Para estar inmóviles en el aire, esperando su recompensa, las gaviotas utilizan sus alas para equilibrase (es casi como estar sobre un bici sin desplazarse).

Velocidad: 1/640" - Apertura: f/10 - Distancia focal: 70 mm.


(c) Mamuga

Foto nº 3

Otras veces, toca planear. Todo depende del viento.

Velocidad: 1/8000" - Apertura: f/4 - Distancia focal: 70 mm.


(c) Mamuga

Foto nº 4

Una vez que alguien arroja un pedazo de pan comienza el sprint. El premio es para la gaviota que está mejor colocada, que sea más rápida, o que sea más agresiva.

Velocidad: 1/500" - Apertura: f/10 - Distancia focal: 70 mm.


(c) Mamuga

Foto nº 5

Algunas veces (pocas) el pedazo de pan cae al mar, porque ninguna gaviota estaba suficientemente preparada para capturarlo en pleno vuelo. En ese caso hay que verlo, hacer un ruido estridente para intimidar a las otras gaviotas y lanzarse en picado a por él.

Velocidad: 1/1600" - Apertura: f/10 - Distancia focal: 70 mm.


(c) Mamuga

Foto nº 6

Las gaviotas se acercan tanto que es casi como ser parte de la bandada.

Velocidad: 1/2000" - Apertura: f/10 - Distancia focal: 70 mm.


 
Privacidad    Condiciones de uso   Copyright