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Artículo fotográfico
Fecha de publicación : 4 de Febrero de 2007
Villacañas: Ludoteca Municipal
La ONG Fundación Secretariado Gitano (FSG) tiene un grupo de trabajo en Villacañas que esta desarrollando una excelente labor de forma coordinada con el Centro de Atención Familiar de los Servicios Sociales de Villacañas, donde se desarrollan actividades conjuntas para potenciar la interacción entre distintas culturas. En las aulas donde trabajan Mamen Sanz Lillo y Mª Nieves Díaz-Rullo Fernández, monitoras de la FSG, no sólo hay niños gitanos, sino que también participan chavales y adolescente de orígenes muy diferentes: marroquíes, ecuatorianos, chinos, rumanos, . . . y, como no, también españoles.
Mamen y Mª Nieves, junto con el resto de monitoras del Centro de Atención Familiar Ludoteca, trabajan en diversos programas con niños de edades comprendidas entre cuatro meses y dieciséis años. Estos programas cubren aspectos muy variados: La Bebeteca; labores de refuerzo educativo; talleres de trabajo; fiestas de todo tipo; juegos infantiles; . . . . También, y en este caso colaborando con el Colegio Público de Educación Infantil y Primaria de Santa Bárbara, se desarrolla un plan de higienización que pretende mejorar este hábito, especialmente en todo lo relacionado con la higiene bucal, con un grupo de chicos gitanos.
Tuve la suerte de que me acompañara Mamen durante todo el día para poder tomar fotografías de los chicos en todas las actividades en las que participaba la FSG:
Primero visité la Bebeteca, que en ningún caso debe confundirse con una guardería. Las actividades que allí se desarrollan van destinadas a niños desde cuatro meses hasta tres años junto con, en teoría sus padres y madres, aunque en la práctica exclusivamente con sus madres. La tarea de las monitoras consiste en explicar, sobre todo desde el punto de vista sanitario, cómo alimentar al bebe, qué cuidados higiénicos necesita, y otras cosas por el estilo. En definitiva, en la Bebeteca, se trabaja la estimulación a través del juego.
La reacción de los bebes ante las fotografías fue muy dispar. En general, especialmente al principio, su actitud fue claramente negativa. Especialmente en el caso de un niño que, en cuanto que me veía a menos de dos metros de distancia, lloraba con auténtica desesperación. Pero la mayoría de los bebes, una vez superada la primera impresión, jugueteaban claramente con la cámara, aunque sin llegar a permitir un acercamiento excesivo. Claro que, con el paso del tiempo, la situación se invirtió, y ya no era yo quien les perseguía, sino ellos los que me perseguían a mí.
Luego fuimos al colegio Santa Bárbara, donde Mamen desarrolla dos programas de trabajo: uno pretende fomentar la higiene matinal en los alumnos gitanos del colegio y el otro facilita la utilización de la informática en general y de la educación vial en particular.
Aquí no hubo ningún problema de rechazo al fotógrafo por parte de los chicos, más bien al contrario, los más pequeños, Mercedes y xxxxxx, se pegaron a la cámara de inmediato y era difícil tomar fotos en las que no estuvieran posando. Esta situación cambió algo en la clase de educación vial donde algunos de ellos, especialmente Juan de Dios, se ensimismo con el juego interactivo que estaba cargado en el ordenador y se olvidó completamente de la cámara.
Después, ya por la tarde, volvimos a la Ludoteca Municipal, allí, en cuatro aulas distintas, durante dos horas, se realizan distintas actividades: generalmente realizando labores de refuerzo y apoyo educativo, durante la primera hora, y actividades de tipo lúdico, durante la segunda. El contenido específico de estas actividades se adecua a las edades de los chicos, que se distribuyen en las aulas en función de intervalo de edad al que pertenecen, pero nunca por su procedencia geográfica o cultural.
Aquí el éxito de la fotografía fue inmediato, los chicos actuaron de una forma completamente desinhibida y reclamaban su derecho a ser retratados de forma insistente. Fue la parte más interesante de la visita porque fue aquí donde aprecié un resultado mas impactante del trabajo realizado por las monitoras de la FSG y de la propia Ludoteca Municipal, los chicos, de las mas diversas procedencias, ejercitan simplemente de eso: de chicos.
Finalmente fuimos al aula donde asisten los alumnos más mayores, los que no son ni niños ni adultos: los adolescentes. Entre los chicos de este grupo la reacción fue un poco fría al principio y muy cálida al final. Aunque, ¡como no!, a estas edades las personalidades ya están mas formadas y eso se nota pero, incluso los mas “gamberros” eran majetes y divertidos a la hora de tomar fotos, claro que, me temo, la labor de las monitoras en este caso tiene que ser mas compleja, ¡mucho mas compleja!
Y, más o menos, así terminó todo. Me quedó un buen sabor de boca, tanto por los chicos como por las monitoras. Y me fui con la idea que estaba allí expuesta en una de las paredes de las aulas: “¡Todos somos iguales!”.

Foto 01 :
Ariadna Ramos

Foto 02 :
Sandra Martín Aguilar

Foto 03 :
Luís Miguel Fdez. Muñoz, Noe Saavedra, Juan de Dios Heredia e Ismael

Foto 04 :
Noe Saavedra y José Armando Fdez. Montoya

Foto 05 :
Fátima Gutiérrez

Foto 06 :
Jhaneth Figueroa

Foto 07 :
Mª Pilar Fernández Heredia

Foto 08 :
Arturo Qing Ru

Foto 09 :
María Corrales

Foto 10 :
Daniel Delgado

Foto 11 :
Weronika Pieczkowska

Foto 12 :
Oussama Talib

Foto 13 :
Virginia Córdoba

Foto 14 :
Elías Cárdenas y José Luís Camuñas

Foto 15 :
Johann Vian Ankuta y Fadwa El Barrani
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