Artículo fotográfico
Fecha de publicación : 25 de Diciembre de 2005

Ellis Island

Justo al lado de isla donde se encuentra la Estatua de la Libertad, en Nueva York, hay otra isla: la Isla de Ellis. Por allí pasaron millones y millones de emigrantes que, huyendo de la miseria, fueron buscando cambiar su suerte.

Durante varias décadas, de forma alternativa, la emigración era mejor o peor recibida, según las necesidades de mano de obra que hubiera en ese momento en Norteamérica, pero siempre, incluso cuando mejores eran las circunstancias, el momento de pasar el trámite de entrada era traumático. El emigrante se la jugaba sólo ante un funcionario, sin comprender bien el idioma y con la incertidumbre de si sus respuestas, o su salud, o cualquier otra cosa, podrían cerrarle esa última puerta a una vida mejor.

Si eran rechazados el destino era trágico. En muchos casos los emigrantes habían invertido sus últimos ahorros en pagar el peaje de ida, por lo que una negativa del funcionario podía suponer una auténtica tragedia: a miles de kilómetros de los suyos y sin posibilidad ni de entrar en Estados Unidos ni de regresar a su país.

En el mismo edificio donde los desgraciados emigrantes - en Ellis Island sólo desembarcaban los pasajeros de tercera - pasaban esa experiencia decisiva, ahora hay instalado un museo, donde pueden contemplarse varios tipos de objetos relacionados con la inmigración y, sobre todo, fotos. Retratos que muestran la esperanza en una nueva vida y la desgracia de tener que abandonar su propia tierra, sus raíces y, sobre todo, la amargura de los rechazados.

Son retratos que conmueven. Muchos conmueven por su calidad fotográfica, pero todos, absolutamente todos, conmueven por la mirada de los personajes retratados, una mirada que refleja claramente la situación por la que estaban pasando.

Las fotos que se muestran en el museo son fotos de fotos, tomadas sin trípode y con una iluminación no demasiado apropiada. Pero da igual, el objetivo sólo es dejar un huella de esos momentos que congelaron varios fotógrafos hace casi cien años y, si es posible, animar a los que vean estas malas reproducciones a que, si se les presenta la ocasión, no dejen de visitar esta isla de los horrores.

El desembarco

Rechazada

Reunificación

Tristeza

Reconocimiento

La espera

¡América!

Hombres

Mirada

Antes de partir


Cuando terminé la vista al museo llegué a una habitación en la que se invitaba a los visitantes norteamericanos a que comprobaran en un ordenador si alguno de sus antepasados tuvo que pasar por el registrar de Ellis.

Yo no soy norteamericano, pero si tenía nociones de que un abuelo mío, a quien no llegué a conocer, intentó emigrar a Estados Unidos. Así que decidí probar.

No tenía muchas esperanzas porque lo único que sabía, porque me lo había contado mi madre, era que mi abuelo Antonio sólo estuvo unos años en Norteamérica porque no se adaptó. No le fue bien. Tampoco en este caso. También recordaba que mi abuelo le solía hablar a mi madre de los enormes rascacielos de Nueva York, así que era posible que hubiera pasado por Ellis.

Desde luego sí estaba casi seguro de que su viaje tuvo que ser en un pasaje de tercera clase. Para emigrar a Estados Unidos mi abuelo Antonio tuvo que vender las últimas tierras que la familia poseía en Salmoral, el pueblo donde malvivía, y, en esa situación dudo que nadie malgaste sus últimos recursos económicos en mejorar su pasaje.

Empecé a buscar sin muchas esperanzas. Mi abuelo se llamaba Antonio García García, y esos apellidos tan comunes no presagiaban nada bueno. Además ni siquiera sabia el año aproximado en que se fue de España. Es más, estaba completamente confundido, ya que mis cálculos me hacían apostar por una fecha completamente equivocada.

Pero no. Para mi sorpresa al primer intento fue la buena. Yo sólo teclee 'García García, Antonio' y, ¡zas!, el sexto de los que así se llamaban procedía de Salmoral. ¡Era él! Pude ver a que ciudad de Ohio fue destinado, pude ver su ficha de registro, pude ver cuando partió de Vigo, ¡incluso pude ver una foto del barco en el que arribó!

(c) Mamuga: 'Ellis Island'

(c) Mamuga: 'Sala de Registro'

(c) Mamuga: 'Isabel y Antonio'


 
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